dijous, 12 de juliol del 2012

Valle Inclán i Barcelona


Silvio Martinez és un investigador del CSIC i colega de la Clara a Madrid. Però a més, és un especialista i profund coneixedor de l’obra i la vida del gran escriptor Valle Inclán, potser no prou conegut a casa nostra. En aquest post ens proposa un interessant repàs de les relacions de Valle amb Barcelona i de l’obra que hi va estrenar el 1925.

Don Ramón del Valle-Inclán en Barcelona

Valle Inclan visitó Barcelona en 1925 con motivo del estreno de  su obra “La cabeza del Bautista”. No fue esta la única vez en que acudió a la ciudad, pues ya estuvo allí en el estreno de “Voces de gesta”, en el año 1911: recibió en  aquella ocasión homenajes y compartió mesa y manteles con intelectuales catalanes en los ya desaparecidos La Punyalada, la Maison Dorée (ver foto)  y El Canari de la Garriga; y se alojaba en el todavía existente Hotel Oriente, en las Ramblas. Otro asunto que interesó a Valle fue el teatro de títeres y marionetas y en Barcelona debió visitar las importantes colecciones de estos muñecos.


“La cabeza del Bautista”

Como hemos dicho, en 1925 Valle-Inclán estrena en el teatro Goya de Barcelona “La cabeza del Bautista”, que subtitula melodrama para marionetas. Según declaró el autor esta función fue la única de la que salió satisfecho de cuantos montajes de sus obras presenció. En gran medida fue la interpretación de la actriz siciliana Mimí Aguglia la causa de su entusiasmo por el espectáculo.
Esta obra es una parodia en clave de esperpento del mito de Salomé. En el periodo que se ha llamado fin de siècle (finales del siglo XIX y principios del XX) abunda en todo tipo de manifestaciones artísticas el tema de la femme fatale, y naturalmente Salomé es uno de esos prototipos. Desde la Salomé de Oscar Wilde a las pinturas de Moreau y de Beardsley; desde los filmes interpretados por Alla Nazimova i Theda Bara a las novelas de Flaubert y Mallarmé: todo el mundo quiere dar su versión del mito de Salomé. La versión de Valle debió de chocar al público burgués de los años veinte con un final como este en el que la protagonista besa rendida al chico que acaba de asesinar:

“…don Igi se advierte el facón oculto en la manga. La punta, lenta y furtiva, asoma sobre los rancios dedos del fantoche. Parece cambiada la ley de las cosas y el ritmo de las acciones. Como en los sueños y en las muertes, parece mudada la ley del tiempo. La coima suspira rendida. Toda la mano blanca se posa sobre el cuello quemado de soles y mares. Sus ojos turbados se aprietan al resplandor del facón que levanta el espectro amarillo de don Igi. La Pepona, desvanecida, siente enfriarse sobre su boca la boca del Jándalo…

La Pepona.- ¡Flor de mozo! ¡Roja estoy de tu sangre! ¡Bésame otra vez, boca de piedra!
Don Igi.- No le platiques al cadáver. Niña, ¿qué hace? ¿La boca le besa, después de ultimarle?
La Pepona.- ¡La muerdo y la beso! ¡Quiero bajar a la tierra con este cuerpo abrazada! ¡Bésame otra vez, flor galana!
Don Igi.- ¡Mejor me fuera haberlo transigido con plata!”

   Telón

En los últimos años “La cabeza del Bautista” ha sido montada por compañías teatrales, tales como El Teatre del Repartidor, de Hospitalet; por el director Alfredo Sanzol, para el Centro Dramático Nacional; y ha sido llevada a la ópera por Enric Palomar y estrenada recientemente en el Liceo barcelonés.

Silvio Martinez