Han pasado ya unos
días desde mi visita a Barcelona: pasear por sus calles, descubrir plazas
nuevas en el barrio gótico,ver el mar, comer bien, tomar un cava, para los que
vamos de Madrid, ya es un disfrute, un privilegio. Pero el motivo del viaje era
algo concreto y hermoso: participar en el centenario del nacimiento de Salvador
Espriu. Asistimos al recital de Raimon en el auditorio, cantó con fuerza,
evocando tantos momentos que hemos vivido con intensidad; visitamos la
exposición en el antiguo hospicio, en el CCCB, montada con tanto rigor y con
tanto cariño.
La visita fue gratísima, sobre todo, por la compañía de nuestros anfitriones catalanes, Clara, Carmen, Josep, cercanos y cómplices que nos atendieron y guiaron inmejorablemente.
Pero... volví a Alcalá de Henares, ciudad patrimonio de la humanidad, patria de Cervantes; sin embargo yo vuelvo a mi barrio de Espartales, producto de la expansión de la ciudad en el extrarradio y donde está mi instituto, el Lázaro Carreter, grande, luminoso, acogedor, al que llegan mis chicos todas las mañanas cargados con sus mochilas en las que llevan, además de sus libros, prestados por el centro, por supuesto, sus miedos, sus carencias, "su miseria necesaria" y su alegría también.
Cuando los veo salen los versos de Espriu "He mirat aquesta terra", la suya, la vuestra, la que debemos reconquistar cada día, esta tierra, y sigo con Espriu, en la que hay lluvia, viento, claridad del cielo y sobre la que me gustaría que nos uniésemos en un "llarg esforç" para conseguir la justicia, el conocimiento, la verdad, la luz, la fraternidad.
Un abrazo fraterno, sempre junts.
Hernandez y FernandezLa visita fue gratísima, sobre todo, por la compañía de nuestros anfitriones catalanes, Clara, Carmen, Josep, cercanos y cómplices que nos atendieron y guiaron inmejorablemente.
Pero... volví a Alcalá de Henares, ciudad patrimonio de la humanidad, patria de Cervantes; sin embargo yo vuelvo a mi barrio de Espartales, producto de la expansión de la ciudad en el extrarradio y donde está mi instituto, el Lázaro Carreter, grande, luminoso, acogedor, al que llegan mis chicos todas las mañanas cargados con sus mochilas en las que llevan, además de sus libros, prestados por el centro, por supuesto, sus miedos, sus carencias, "su miseria necesaria" y su alegría también.
Cuando los veo salen los versos de Espriu "He mirat aquesta terra", la suya, la vuestra, la que debemos reconquistar cada día, esta tierra, y sigo con Espriu, en la que hay lluvia, viento, claridad del cielo y sobre la que me gustaría que nos uniésemos en un "llarg esforç" para conseguir la justicia, el conocimiento, la verdad, la luz, la fraternidad.
Un abrazo fraterno, sempre junts.
I per completar el text aquí teniu la cançó que vaig gravar en directe amb el mòbil.
1 comentari:
veritablement m'han emocionat el comentari dels Hernandez i Fernandez i la interpretació d'en Raimon. Gràcies
Montse
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