No tengo por costumbre comentar un libro
después de leerlo, aunque a veces haya aparecido en el blog recomendando
alguno. En esta ocasión no me puedo contener. He tenido que esperar dos
días, después de acabarlo, para escribir con un poco de serenidad. Tan
entusiasmado estaba
Estoy hablando (O eso creo) de la revelación
del año. La autora es la norirlandesa Maggie O’Farrell, el titulo “Tiene
que ser aquí”, la editorial Libros
del Asteroide. En la portada se anuncia como “Una irresistible historia
sobre el peso que el amor y el pasado tienen en nuestras vidas”. Es así.
Un profesor, Daniel Sullivan, y una ex actriz,
Claudette Wells, que ha huido de la
profesión desapareciendo, se encuentran por azar en un cruce de caminos. No se
conocen, pero entre ellos surgirá
una nueva familia y dará forma a una vida idílica. Esta se
tambaleará cuando Daniel tenga noticias de otra mujer que conoció 20 años
atrás.
La historia me ha gustado porque tiene fondo, poso,
se sostiene. Las historias de las familias son las del mundo y sus
desencuentros. Los personajes están muy bien trazados, con personalidad.
Hay quien se enamora de Daniel, hay quien como yo lo hace de Claudette.
El libro va hacia adelante y hacia atrás, explicado con una claridad envidiable. No te
pierdes. La prosa es de mucha altura; el lenguaje, las situaciones, los
diálogos son breves y de contenido. El total son 467 páginas que se leen de un
tirón. O al menos eso me ha pasado a mí.
Ah, y en seguida me he puesto a buscar más
libros de esta señora y los he pedido. Tendría que estar descontento con ella
porque ahora me veo en la necesidad de hacerle sitio en mi biblioteca y la tengo llena, pero se lo
ha ganado. Es un descontento maravilloso.
Gracias Maggie por escribir así.
Juan
González
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